sábado, 22 de septiembre de 2012

Burgos - Carrión de los Condes.

La mañana en Burgos se desperezó fresca, y por ello decidimos abrigarnos un poco, con cortaviento y guantes largos.

Frente a nuestro Hotel, el edificio de Capitanía General, cargado de historia reciente, pues desde su interior, el General Franco intervino en 1939 para proclamar el final de la guerra fratricida iniciada en 1936.

Tras un breve paseo por las calles de Burgos, volvimos a la Catedral para iniciar la etapa del día, que nos había de llevar a Carrión de los Condes.

92,60 kilómetros, realizados en 6:00:45 horas, con una media de 15:40 kms/hora, y con un viento constante, pero llevadero.

Villalvilla de Burgos, Tardajos, Rabe de las Calzadas, Hornillos del Camino, Hontanas, pequeñas localidades, coquetas y con encanto.

Las etapas anteriores nos enseñaron lo que era el calor, y a este le íbamos huyendo, como al diablo, y por lo tanto, no hacíamos muchas paradas, hasta llegar a Molino del Cubo, donde nos encontramos con las ruinas del Convento de San Antón, monasterio fundado por Alfonso VII en 1146, a la Orden de los Monjes Antonianos, de origen francés, que se suprimió en 1791. Existen restos de una iglesia gótica del siglo XIV. La carretera pasa por debajo del arco ojival.

Convento de San Antón.
Interior del Convento en ruinas.
La Colegiata de Nuestra Señora del Manzano nos da la bienvenida a Castrojeriz, justo en el centro de la etapa.

En esta localidad aprovechamos para limpiar las cadenas de las bicicletas y engrasarlas, pues nuestras  inseparables compañeras también merecían parte de nuestras atenciones.

Viendo el camino que estábamos haciendo en el día, se puede comprender la fama del "carácter austero" del castellano.

A unos ocho kilómetros de Castrojeriz, pasamos por la capilla de San Nicolás, poco antes de llegar a Itero de la Vega, para pasar posteriormente por Boadilla del Camino, donde hicimos parada para comer, y de esta manera, acopiar fuerzas para continuar con la marcha.


Tras esta localidad, el paisaje se suavizó mucho, al acompañar la ruta jacobea durante tres kilómetros a la vía acuática del canal de Castilla por el camino de sirga utilizado hasta mediados del siglo XX para remolcar las barcas de transporte del Canal.

Canal de Castilla.

A la altura de una esclusa, la única en los 150 kilómetros del Canal, se deja la vieja obra de ingeniería hidráulica levantada en la época de la Ilustración, para encaminarse a Fromista.

En Fromista comienza un andadero de reciente construcción, paralelo a la carretera general que permite llegar a Carrión de los Condes a salvo de los peligros del tráfico.

Antes de llegar a Carrión, pasamos por Revenga de Campos donde un peregrino, moderno, te da la bienvenida a la localidad.

Para llegar a Carrión, aún hubimos de pasar por Villarmentero de Campos y Villalcázar de Sirga, pero ya íbamos un poco agotados por los kilómetros, el calor, el viento y por eso no nos paramos hasta nuestro punto de destino, donde después de una reparadora ducha, salimos a recorrer el centro para conocer el Convento de Santa Clara, Iglesia de Santa María de la Victoria, Iglesia de Santiago y comprar los primeros recuerdos del camino así como cenar, pues la comida y a bebida, no han faltado en este recorrer las tierras de España.
Detalle. Maestros artesanos.


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